Este video es parte de una serie de 11 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

La segunda cruzada


En 1144, el señor turco Zengi se estableció en Mosul y Alepo y asedió la ciudad fortificada de Edesa —capital del condado del mismo nombre—, que logró ganar socavando sus muros. La noticia causó estruendo en Occidente y llevó al papa a organizar una nueva cruzada.

Las predicaciones del famoso Bernardo de Claraval enardecieron la multitud y convencieron a los príncipes más grandes de Occidente de tomar la cruz.

En mayo de 1147, varios cientos de buques flamencos, frisones e ingleses se dirigieron hacia la Tierra Santa, pero primero se detuvieron para ayudar al rey de Portugal a tomar la ciudad de Lisboa a los musulmanes ya que, para los cruzados, la lucha contra el infiel empezaba en la península ibérica. Los buques retomaron el mar en febrero de 1148.

En junio de 1147, se puso en camino el ejército francés. Por primera vez, el rey, en este caso Luis VII, salía de cruzada. Lo acompañaba la élite de su nobleza, así como su esposa, Leonor de Aquitania.

Al mismo tiempo, el emperador germánico Conrado III salía a la cabeza de un vasto ejército. En septiembre, llegó primero a Constantinopla y, sin esperar a los franceses, cruzó el Bósforo y se dirigió hacia Edesa.

Pero los alemanes fueron duramente derrotados por las tropas selyúcidas y los supervivientes fueron absorbidos por el ejército francés.

El 6 de enero de 1148, el ejército francés fue vencido en la batalla del Monte Cadmo. Los supervivientes llegaron, bien que mal, al puerto de Antalaya desde donde embarcaron hacia Antioquía.

Tras una breve estancia en Antioquía, Luis VII bajó hacia Jerusalén.

En el mes de junio, en Acre, tuvo lugar una gran reunión entre los cruzados y la nobleza latina de Oriente. Durante dicha reunión, se tomó la decisión de ir a asediar Damasco, ciudad estratégica y prestigiosa.

Pero el asedio de la ciudad no duró mucho: empezó el 24 de julio y se levantó 4 días más tarde.

Conrado y Luis, decepcionados, volvieron a Occidente al término de una cruzada marcada por los fracasos militares.