El imperio otomano: expansión y reflujo

Asentados en el oeste de Anatolia, los turcos otomanos comienzan, en la segunda mitad del siglo XIV, a construir su imperio de cada lado del Bósforo.

La toma de Constantinopla en 1453 consuma la desaparición del Imperio Bizantino.

En el siglo XVI, bajo el reinado de Solimán el Magnífico, el Imperio otomano con sus Estados vasallos alcanzó un tamaño considerable, del Mediterráneo y la península arábiga al sur, hasta el Cáucaso y las planicies de Hungría al norte.

Pero dos derrotas ante Viena, en 1529 y 1683, ponen fin a la fase de expansión, y el Imperio otomano comienza a retroceder ante los embates austriaco y luego ruso.

El lento debilitamiento del Imperio otomano se prolonga durante todo el siglo XIX, creando rivalidades y tensiones entre las potencias, y la llamada «cuestión de Oriente» ocupa un lugar central en la vida diplomática de Europa.

Al sur del Mediterráneo :

 - Francia se implanta en Argelia en 1830, y luego en Túnez en 1881 ;

 - Egipto, liberado de la tutela otomana por Mehmet Alí,  pasa bajo control de Inglaterra en 1882 ;

 - Italia se instala en Libia en 1912.

Por último, en los Balcanes, en un contexto de competencia entre Rusia y Austria que intentan extender su influencia, los pueblos cristianos obtienen paulatinamente su independencia por lo cual, en 1914, la parte europea del Imperio otomano se limita a Constantinopla y al este de Tracia.