Para contener a Francia en su frontera norte, el Congreso de Viena reúne en un mismo estado a belgas y holandeses, separados desde hace más de dos siglos por sus creencias religiosas.
Muy pronto, las torpezas del rey Guillermo I, así como la rivalidad económica entre negociantes holandeses favorables al libre comercio y los industriales valones que buscan protegerse de la competencia, crean en Bélgica una fuerte oposición a la dominación holandesa.
El 25 de agosto de 1830 estalla un motín en Bruselas que obliga a la guarnición holandesa a retirarse. Se forma entonces un gobierno provisional que proclama la independencia de Bélgica el 4 de octubre.Las potencias europeas reunidas en Londres ratifican la separación de los dos Estados y proclaman la neutralidad de Bélgica.
Por su parte, el Gran Ducado de Luxemburgo, cuya parte occidental ha sido incorporada a Bélgica, no se independizará totalmente de los Países Bajos hasta 1890.
