Este video es parte de una serie de 16 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

La construcción europea


La construcción europea comienza en Europa Occidental a principios de los años 1950, en un continente dividido por la cortina de hierro, entre los regímenes principalmente democráticos del oeste y los regímenes comunistas del este.

Fue entonces cuando el ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, propuso la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (la CECA). Los países fundadores fueron 6: Italia, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos y la República Federal de Alemania.

Seis años más tarde, en 1957, los países refuerzan sus relaciones económicas y firman un tratado en Roma. De este tratado nace la Comunidad Económica Europea que, además, sienta las bases de un mercado común en el que progresivamente se fueron suprimiendo las barreras aduaneras.

Este mercado común atrae a los países vecinos, por lo que, durante las siguientes décadas se va ir ampliando; para empezar, en 1973, con la integración del Reino Unido, de Irlanda y de Dinamarca.

En 1979, el espacio económico europeo elige, por primera vez y por sufragio universal, un Parlamento Europeo con sede en Estrasburgo, convirtiéndose así, en un espacio democrático.

En los años 1980, la Comunidad se extiende hacia el sur, con la entrada de Grecia en 1981, y luego de España y Portugal en 1986.

En 1989, la caída del muro de Berlín significa el fin de la división del continente europeo, con el desmoronamiento de los regímenes comunistas y la división de la Unión Soviética.

Con la firma del Tratado de Maastricht en 1992, la Comunidad Económica Europea cambia de nombre para llamarse Unión Europea. Con este tratado, el ámbito de acción de la Unión es más amplio y crea una ciudadanía europea. Entre otras cosas, esta ciudadanía permite a cada ciudadano circular y residir libremente en todos los países miembros de la Unión.

En 1995, entran en Europa 3 nuevos países: Austria, Suecia y Finlandia. Nueve años más tarde, en 2004, la Unión Europea acoge 8 países de Europa central y oriental: Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia, más dos islas del Mediterráneo, Malta y Chipre.

Rumania y Bulgaria entran a su vez en la Unión Europea en 2007, seguidas de Croacia en 2013.

En medio siglo, la Unión Europea ha crecido considerablemente, pero estas ampliaciones sucesivas hacen que el conjunto sea difícil de gobernar, ya que sus instituciones no fueron originalmente pensadas para tal diversidad de países.

Mediante el tratado de Lisboa de 2007, los países miembros mejoraron el funcionamiento de la Unión, por ejemplo, aceptando que ciertas decisiones se tomen por mayoría cualificada y ya no, por unanimidad. Sin embargo, estas evoluciones no han puesto fin a la desconfianza de ciertos ciudadanos europeos. 

Este “euroescepticismo” se ve ilustrado con la decisión de los británicos de salir de la Unión; el Brexit se produce a principios del año 2020.

Al mismo tiempo que se amplía la Unión, algunos países, deciden reforzar su cooperación voluntariamente.

En 1995, se crea el espacio Schengen y en su interior, la supresión de los controles fronterizos. En 2020, este espacio cuenta con 22 Estados miembros de la UE más algunos países exteriores como Suiza, Noruega e Islandia.

Además de las fronteras comunes, la Unión Europea se dota de una moneda única: el euro. En 2020, 19 Estados han adoptado el euro y la mayoría de los países no miembros de la zona euro tienen la intención de adoptar la moneda única en cuanto su situación económica lo permita.

En el día de hoy, la Unión Europea cuenta con 27 Estados miembros y forma un espacio atractivo en el que radican la paz y la democracia. Cinco países más son candidatos oficiales para unirse algún día a la Unión.