Este video es parte de una serie de 7 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

La ciudad de Roma en los primeros siglos


Roma está ubicada en las orillas del Tíber, a aproximadamente 25 km del mar, en el mismo lugar en el que el primer vado permitía cruzar el río.

Siete colinas ocupan dicho lugar: el Capitolio, el Palatino, el Viminal, el Quirinal, el Esquilino, el Celio y el Aventino.

Se consta que en el siglo VIII antes de nuestra era, existían dos pueblos de pastores en el Palatino*.

Los arqueólogos encontraron fondos de cabaña que permiten restituir la forma de las primeras viviendas: cabañas redondas u ovales con paredes de ramas y tierra, una pieza con una amplia puerta y un techo de caña mantenido por una columna central.

Económicamente, estos pueblos gozaban del comercio de sal que pasaba por el valle del Tíber hacia el interior de las tierras.

A finales del siglo VII, la dinastía etrusca de los tarquinos toma el control de Roma. La ciudad naciente alcanza funciones comerciales, políticas y religiosas. Los pequeños valles que van hasta al Tíber se cubren de casas. También se emprendieron grandes obras:

-        Se realiza el primer alcantarillado, la Cloaca Máxima. Al principio se trataba de una simple acequia de drenaje que permitía secar una zona pantanosa. Aquí, el Foro Romano se convierte en el centro de la ciudad, en donde se cruzan la Vía Sacra orientada de este a oeste, y la Vía Argileto que se prolongaba hacia el Aventino, orientada de norte a sur.

-        Al este del Foro se construyen dos monumentos que también datan del siglo VII: la Regia, residencia oficial de los reyes, y el templo de Vesta* de forma redonda como la de las cabañas.

-        Un primer puente cruza el Tíber antes de la isla Tiberina: el puente Sublicio de madera que puede desmontarse rápidamente en caso de amenaza llegada de la orilla derecha.

-        Cerca del río, en el Foro Boario se comercian animales.

-        En la colina del Capitolio se construyó un templo dedicado a tres divinidades: Júpiter, Juno y Minerva.

-        La primera muralla en dejar vestigios es el recinto de Servio Tulio. Esta obra, realizada un poco más tarde, encierra las siete colinas de Roma.