Este video es parte de una serie de 16 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

Grecia: el espacio físico


Los paisajes dominantes en Grecia son el mar y la montaña.

El Mediterráneo y sus «pequeños mares» rodean prácticamente el territorio griego y le dan su unidad: mar Jónico, mar Egeo, la Propóntide o mar de Mármara, y el Ponto Euxino o mar Negro.

En un país bastante fragmentado por lo abrupto de sus costas, la navegación por vía marítima permite unir a sus habitantes entre sí. En verano, cuando el viento sopla demasiado fuerte los barcos no pueden navegar, acentuando así la dispersión del mundo griego.

Grecia se divide pues en dos partes: la Grecia peninsular  y las islas.

La península, de la cual forma parte el Peloponeso, unida al continente por el istmo de Corinto está dominada por el monte Olimpo y el Parnaso.

Los macizos montañosos, situados principalmente en el centro de Grecia,  se ramifican hacia las costas aislando así cuencas compartimentadas y llanuras litorales.

Las llanuras más extensas están situadas en el norte: en Tracia, Macedonia, Tesalia y Beocia.

Las más estrechas en el sur: Ática, Laconia, Mesenia.

Las islas son muy numerosas y representan, aproximadamente, un 20% de la superficie del territorio griego.

Yendo del norte hacia el sur encontramos las islas de Tasos, Lemnos y las Espóradas.

Más al sur se encuentra la gran isla de Eubea, la más cercana a la Grecia continental.

Las islas del mar Egeo proporcionan fondeaderos que facilitan la navegación entre Europa y Asia.

En el centro del Egeo, las islas Cicladas rodean la isla de Delos.

Al este, las islas de Lesbos, Quíos, Samos y Rodas bordean la ribera asiática a lo largo de la cual los griegos se han establecido desde mucho tiempo atrás.

Al sur,  la isla de Creta culmina a 2456 metros en el monte Ida.

El clima es soleado y seco desde finales de la primavera a comienzos del otoño, y con fuertes lluvias desde finales del otoño hasta el comienzo de la primavera.

Sin embargo, el clima es más matizado de lo que parece: más lluvioso y temperado al oeste a lo largo de la costa jónica, más continental en el centro y al  este (Tesalia interior, Macedonia, Tracia), más caliente al sureste (Ática, Argólida).

Este clima ha permitido el desarrollo de una agricultura que gravita en torno a la «tríada mediterránea»: cereales, vid y olivo; pero también almendros, perales, manzanos e higueras. Las condiciones de la agricultura explican por sí solas el frugal régimen alimentario de los griegos: papilla de cereales, aceite de oliva y  vino.