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Un ejemplo de un mapa animado

Las guerras médicas


Las guerras médicas son originadas por la expansión del Imperio persa hacia el oeste, hasta las costas de Jonia y Tracia. Grecia entera se siente amenazada.

En el año 499, las polis del Asia Menor se sublevan contra la dominación persa. Pese a la ayuda de Atenas y de Eretria, Darío I destruye Mileto en 494 y retoma toda la Jonia.

Darío desata la primera guerra médica en represalia contra la propia Grecia.

En 492 una primera expedición marítima y terrestre por los estrechos y Tracia fracasa. Este fracaso es debido, principalmente, a la destrucción de una gran parte de la flota persa por una tempestad frente a la costa del monte Athos. 

Dos años después, el ejército persa atraviesa el mar Egeo desde la costa jónica, se apodera de Naxos, destruye Eretria en la isla de Eubea y desembarca en Maratón, en Ática.

El estratega Milcíades, a la cabeza de 10 000 hoplitas atenienses y reforzado con 1 000 plateos, se enfrenta victoriosamente a los persas.

El ejército persa se hace a la mar y se dirige ahora hacia Atenas, pero renuncia a desembarcar y atraviesa nuevamente el Egeo.

La  victoria de Maratón tiene una gran resonancia y asegura el prestigio de Atenas  y de la democracia en Grecia.

La segunda guerra médica empieza en el año 480 cuando Jerjes I, hijo de Darío, invade Grecia por el norte al mando de una armada y de un ejército considerables.

Varias polis griegas se federan contra el invasor. Por su parte, los atenienses aconsejados por Temístocles acondicionan el puerto del Pireo y construyen una flota de 200 trirremes.

El ejército de Jerjes cruza el Helesponto sobre un puente flotante, y atraviesa luego Tracia  y Macedonia, donde se reúne con la flota.

Los espartanos encargados de la defensa del paso de las Termópilas son exterminados por los persas que se apoderan seguidamente de Atenas, abandonada por los griegos, e incendian la Acrópolis.

Pero dos días más tarde la flota persa es derrotada frente a la isla de Salamina. El ejército persa abandona Atenas y se retira para invernar en Tesalia.

Al año siguiente los persas entran nuevamente en Atenas pero son vencidos en la batalla de Platea y se retiran hacia los estrechos.

En el año 478 la flota ateniense destruye el puente flotante en el Helesponto, y los persas son repelidos definitivamente hacia el Asia Menor.