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Un ejemplo de un mapa animado

Los santuarios panhelénicos


La existencia de los griegos es compasada por todo aquello que tenga que ver con normas y prácticas relativas a la divinidad.

Algunos santuarios, denominados panhelénicos, se convirtieron en sitios de encuentro a escala regional e internacional y han desempeñado un papel considerable en el surgimiento de una conciencia griega.

Estos santuarios están situados en zonas de tránsito o de contacto :

- En Olimpia, los primeros cultos empezaron hacia el año mil. Este santuario, consagrado a Zeus, reúne todos los Estados dóricos.

- En Asia Menor, una confederación de polis, la Liga Jónica, adopta el templo de  Poseidón en el cabo Mícala como lugar de culto común.

- En el istmo de Corintia, el santuario de Poseidón es una etapa obligada para todos los viajeros.

- En el corazón de las Cicladas el santuario de Delos reúne periódicamente a los jónicos del Ática, de las islas del mar Egeo y de Asia Menor.

- Dodona y Delfos son célebres por sus oráculos. Su poder de atracción es tal que además de los griegos alcanza incluso a los «bárbaros» que no hablan griego. 

En las inmediaciones de los templos también se ejerce la medicina, lo que constituye una de las originalidades de la cultura griega. El santuario más célebre es el de Epidauro. Las estelas allí desenterradas muestran que Asclepio, dios de la medicina, cura todo tipo de enfermedades: úlceras, la enfermedad de la piedra, la ceguera…

Otro motivo que lleva a los griegos a recorrer los caminos son los juegos organizados en numerosos santuarios.  

Si admitimos que los Juegos Olímpicos son los más concurridos – podían reunir hasta 40 000 personas – hay tres más muy importantes: los Juegos Píticos que tenían lugar en Delfos, los Juegos Nemeos en Nemea y los Juegos Ístmicos, en el istmo de Corinto.

Durante la tregua sagrada de los juegos olímpicos, las guerras se suspendían para que deportistas  y espectadores pudieran ir y venir en paz.