Este video es parte de una serie de 16 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

Migraciones y lenguas


La revolución neolítica se señala en Grecia desde el  séptimo milenio a. C. por medio de pastores y agricultores que cultivan, entre otros, la vid y el olivo y mantienen relaciones marítimas con las Cicladas.

A finales del tercer milenio a. C. empieza un periodo de lentas migraciones procedentes del sur de la Rusia actual, que se suceden en varias oleadas.

Hacia el año 2000 a. C. encontramos, en Creta, a los minoicos que desarrollan una sociedad compleja y jerarquizada y elaboran varios sistemas de escritura, entre 2000 y 1600 a. C., se suceden tres grupos de migrantes:

   - les jónicos que ocupan el Ática y las Cicladas,

   - los eólicos que se establecen en Tesalia

   - y los aqueos que constituyen el grupo más importante en el Peloponeso y dan origen a la llamada civilización micénica. Son comerciantes, piratas, guerreros. Quizá           sean ellos los causantes de la destrucción de Troya.

Los dóricos llegan en la Edad del Hierro, hacia finales del siglo XII, se asientan en el istmo de Corinto, en el Peloponeso, en Creta y en Rodas, al suroeste del Asia Menor. Su llegada es probablemente la causa de las migraciones de una parte de los eólicos y de los jónicos hacia las islas del mar Egeo y el Asia Menor.

La repartición geográfica de los diferentes dialectos tiene como causa original estos movimientos de población:

El eólico y el jónico a cada lado del mar Egeo,

El dórico en una amplia área del Peloponeso, las islas del sur y una parte del Asia Menor,

El aqueo o arcado chipriota en el centro del Peloponeso, en Chipre y en la costa sur del Asia Menor.

A partir del siglo IV antes de nuestra era, el dialecto ático de los atenienses se convierte en la lengua literaria común de los griegos. No obstante, esta lengua literaria es bien distinta de la lengua hablada común, la lengua koiné, influenciada por otros dialectos jónicos.