Este video es parte de una serie de 16 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

Exploración de las costas africanas por los portugueses


A comienzos del siglo XV, son las caravanas transaharianas las que llevan a cabo el comercio del oro africano hacia el Mediterráneo, y después a Europa.

Para sortear este monopolio del mundo musulmán, en la década de 1420 los portugueses intentan acceder vía marítima a las riquezas de África.

El primer impulso es dado por el príncipe Enrique el Navegante.

La progresión es lenta. Al sur del actual Marruecos la costa es deshabitada e inhóspita. Los vientos del noreste son favorables a la ida pero dificultan la navegación de regreso.

La  gran incógnita empieza en el Cabo Bojador. Aquí, la violencia de las corrientes acrecienta en los marineros el temor de no poder volver del « Mar de las  tinieblas ».

El obstáculo es finalmente franqueado por Gil Eanes en 1435. Esta victoria contra el miedo señala un momento crucial y el proceso se acelera.

Diez años más tarde los navegantes portugueses alcanzan el Cabo Verde.

En 1460, a la muerte de Enrique el Navegante, las carabelas portuguesas han visitado el litoral africano hasta Sierra Leona, nombre dado por los marineros a una insólita montaña cuya silueta parece un león.

Más allá la costa empieza a cambiar. Se torna más rectilínea, evolucionando primero al sureste y luego al este. Para los cartógrafos y navegantes portugueses, la extremidad de África parece estar cerca.

En este momento la aventura marítima cambia de objetivo. De aquí en adelante el « gran cometido » que moviliza a todas las fuerzas es la búsqueda de una ruta hacia las Indias rodeando el África por el sur.

En 1472 Fernando Po alcanza la costa del actual Camerún y anuncia la mala noticia: el golfo de Guinea es un callejón sin salida y la costa africana vuelve a tomar una orientación norte-sur.

Bajo la autoridad de Juan II, nuevo rey de Portugal, cada una de las expediciones que sigue debe descubrir por lo menos 100 leguas más de costa, sea unos 550 kilómetros.

Diogo Cão alcanza y luego rebasa la desembocadura del río Congo en el transcurso del año 1482.

En un segundo viaje, Diogo Cão remonta el río hasta los primeros rápidos, alcanzando más tarde el Cabo Cross en la costa de la actual Namibia.

La expedición siguiente, al mando de Bartolomeu Dias, zarpa de Lisboa en el mes de agosto de 1487.

Hace escala en Namibia y luego se aleja de la costa a la busca de vientos  favorables. Cuando vuelve a tomar un rumbo noreste tiene que navegar mucho tiempo antes de ver tierra nuevamente, a la altura de la actual bahía Mossel.

Dias intuye que ha superado el extremo sur de África y, para cerciorarse, decide bordear la costa hacia el este durante un tiempo hasta el actual Gran Río Fish. 

Durante el trayecto de vuelta registra la posición del Cabo de Buena Esperanza, en donde se juntan los océanos Atlántico e Índico.

A lo largo de estos 70 años de exploración, Portugal ha creado puntos de apoyo y enclaves comerciales. Algunos sobre islas : la isla de Arguin frente a la costa de  Mauritania, las islas de Cabo Verde, Santo Tomé en el golfo de Guinea, y otras directamente sobre la costa africana como la fortaleza de San Jorge de la Mina, en la actual Ghana.

El descubrimiento de las costas africanas fue ciertamente una aventura de marineros, pero también involucró a armadores y mercaderes. De ello dan testimonio los nombres dados a las diferentes partes del litoral reconocido : costa de la Malagueta, planta cuyo grano picante constituye un sustituto a la pimienta, Costa de Marfil, Costa del Oro, Costa de los Esclavos.