Los viajes de Ibn Battuta 1325-1355

Ibn Battuta nació en Tánger en 1304, o sea, medio siglo después de Marco Polo.

Inicia su viaje en tanto simple peregrino, siguiendo los ritos del Islam para desplazarse. Participa asimismo en viajes de comercio y acompañando caravanas.

Aprovecha su primer peregrinaje a La Meca, en 1325, para  explorar el Magreb, el valle del Nilo, Siria, Irak y una parte de Irán. La impresión que le causa la ciudad de Damasco le hace decir: « Si el paraíso existiese en la tierra, sería en Damasco y en ninguna otra parte ».

Tras una nueva estancia en La Meca, Ibn Battuta emprende viaje en dirección del Yemen y la costa oriental de África hasta Kilwa, en la actual Tanzania. Regresa a La Meca por el estrecho de Ormuz y Omán.

Un tercer viaje lo lleva a Turquía, donde queda sorprendido por la consideración otorgada a las mujeres en las tribus kurdas. Atraviesa el mar Negro y luego Asia  Central, y escribe : « Samarcanda es una de las ciudades más grandiosas del mundo ».

Tras una estadía de varios años en Delhi, en la India, Ibn Battuta prosigue su viaje por las islas Maldivas, Sri Lanka, el golfo de Bengala, Malasia y Sumatra antes de seguir hacia el norte, hasta Pekín. En China, le sorprende muy particularmente el uso de papel moneda, aún desconocido en Europa y en Medio Oriente. 

Durante el regreso, por India y el Oriente, Ibn Battuta observa los efectos catastróficos de la epidemia de la peste negra.

Su estadía en Tánger es breve. Ibn Battuta visita la España musulmana, y emprende un nuevo viaje a través del Sahara hacia el imperio de Malí y el río Níger, antes de regresar definitivamente a Marruecos.

Ibn Battuta dicta el relato de sus viajes, o « rihlah », al secretario del Sultán de Fez. El manuscrito, terminado en 1355, fue redactado en tres meses. Sus relatos de viaje son a menudo más detallados que los de Marco Polo, pero también incluyen textos como la descripción de seres sobrenaturales,  puro producto de su imaginación.