Este video es parte de una serie de 12 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

Los convoyes de la flota de las Indias


Para combatir el peligro que representan piratas y filibusteros a lo largo de la ruta entre Sevilla y las Indias occidentales, España exige que sus barcos mercantes naveguen en convoy.

A mediados del siglo XVI se organizan dos flotas anuales, una con destino a Veracruz en el virreinato de Nueva España, y la segunda con destino a Cartagena de Indias y Nombre de Dios.

El viaje se desarrolla en tres etapas.

La primera dura unos quince días y lleva los navíos de Sevilla a las islas Canarias.

La segunda etapa constituye la travesía del Atlántico. Empujados por los vientos alisios, los navíos españoles hacen unos cuarenta días entre Sevilla y las Antillas.

Es durante la tercera etapa, en el mar Caribe, que las rutas se separan. Los navíos que van al virreinato de Nueva España tardan dos meses y medio entre Sevilla y Veracruz. El viaje hasta Cartagena de Indias y Nombre de Dios es más corto; dura poco menos de dos meses.

Tras haber descargado las mercancías provenientes de España y embarcado los productos del Nuevo Mundo, las flotas zarpan de Cartagena y Veracruz rumbo a La Habana para unirse y emprender el retorno hacia Europa.

La flota llega a la altura de la Florida y, una vez alcanzada la latitud de las Azores, se dirige hacia el este. Del archipiélago hasta Sevilla quedan sólo quince días de navegación.

A mediados del siglo XVI, los convoyes de la flota de Indias incluían, generalmente, unos 20 navíos. A principios del siglo XVII, al apogeo de la actividad comercial entre España y el Nuevo Mundo, algunos convoyes contaban con hasta 75 navíos.