Un ejemplo de un mapa animado

La Europa alemana en 1942


En 1942, Alemania dominaba la mayor parte de Europa salvo Reino Unido y la URSS, que estaban en guerra contra el Reich, y algunos países neutrales como Suiza, Suecia y la península ibérica.

El Gran Reich estaba formado por todos los pueblos de cultura germánica y aquellos territorios que se consideraban vinculados históricamente con la gran Alemania.

Los países bálticos y el Comisariado General de Polonia fueron incorporados directamente al Reich.

Los Estados vencidos durante los ataques de Alemania y de sus aliados se encontraron bajo un régimen de ocupación militar: Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Serbia, Montenegro, Albania, Grecia y regiones occidentales de la URSS.

Noruega y Croacia también eran Estados vasallos teóricamente independientes.

Francia era un caso especial: la «zona Norte» estaba bajo ocupación militar, mientras que, hasta noviembre de 1942, la «zona Sur» quedó bajo la autoridad del Régimen de Vichy, que colaboraba con Alemania.

Los Estados aliados de Alemania -Italia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Finlandia- estaban dotados de regímenes fascistas y participaron en las operaciones militares junto con la Wehrmacht convirtiéndose, progresivamente, en simples satélites del Reich.

Estos diferentes estatutos demuestran que se trataba de algo provisorio e improvisado en tiempos de guerra. En este año, el principal objetivo del Reich era la explotación económica de los países ocupados para apoyar su maquinaria de guerra: traslado de trabajadores extranjeros hacia Alemania, retención de producciones agrícolas e industriales y traslado de fábricas.

Las represiones implacables y las masacres de la población se multiplicaron en los territorios ocupados en nombre de la seguridad del ejército alemán y de la dominación de la raza aria en Europa.

En diciembre de 1941, se aprobó el decreto «Nacht und Nebel» que ordenaba la deportación y la detención con aislamiento de todos los «enemigos del Reich»: comunistas, francmasones, judíos y otros representantes de «razas inferiores».

En enero de 1942, la conferencia de Wannsee confirmó la decisión de los dirigentes nazis de exterminar a los judíos de Europa. Se propagaron así las masacres a gran escala de los Einsatzgruppen —unidades móviles de exterminación—, desde la invasión de la URSS el año anterior.

El «nuevo orden» propuesto por los nazis fue rechazado y llevó a la organización de movimientos de resistencia a la ocupación alemana: guerra de guerrillas en la Europa balcánica y oriental y redes de resistencia en Europa occidental. En 1942, estas últimas se dedicaron principalmente a la información y propaganda en favor de los Aliados.