Las operaciones militares en Asia entre 1944 y 1945
Durante el año 1944, Japón lanzó varios ataques en el continente asiático. El primero, desde Birmania hacia el Imperio Británico de las Indias, fracasó.
Por otro lado, entre abril y diciembre, el ejército japonés obtuvo una serie de victorias contra las tropas deChiang Kai-shek y logró llegar hasta la frontera de Indochina. Este revés de sus aliados obligó a los estadounidenses a desplazar varias de sus bases aéreas que se encontraban en el sureste de China.
En el Pacífico, la maquinaria de guerra estadounidense ya estaba bien preparada para participar en las operaciones de desembarco en las islas e instalar allí bases avanzadas y pistas de aterrizaje.
Durante el verano de 1944, las tropas del almirante Nimitz tomaron las islas Marianas, rompiendo el perímetro defensivo de Japón y provocando una grave crisis política en Tokio. A partir de ese momento quedó abierta la ruta de Filipinas y las ciudades japonesas ya estaban al alcance de los bombarderos pesados de Estados Unidos.
En octubre, la victoria frente a la marina japonesa en el golfo de Leyte permitió a las tropas estadounidenses establecerse en el archipiélago filipino. Finalmente, el 4 de febrero cayó Manila, después de varios meses de lucha.
La siguiente etapa para llegar a Tokio era la conquista de las islas fortificadas de Iwo Jima y de Okinawa, con sus pistas de aterrizaje que permitirían a los bombarderos estadounidenses realizar varias incursiones en el archipiélago nipón. Las defensas japonesas opusieron una feroz resistencia. Los marines tardaron un mes en conquistar Iwo Jima y casi 3 meses en conquistar Okinawa.
En los primeros meses de 1944 y en paralelo a este avance estadounidense, los británicos expulsaron a los japoneses de Birmania, mientras que el ejército australiano, apoyado por los marines y la aviación estadounidense, desembarcó en varios puntos de las costas de Borneo.
A pesar de estas victorias y de las campañas de bombardeo que devastaron Tokio y las principales grandes ciudades del archipiélago, el gobierno japonés se negó a capitular.
En agosto, el presidente Truman, preocupado por las pérdidas importantes que implicaría un desembarco de los marines en Japón, decidió utilizar la bomba atómica sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.