Este video es parte de una serie de 5 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

El invento de la agricultura


El progresivo calentamiento del clima que tuvo lugar a finales de la última época glaciar en numerosas regiones creó un ambiente más propicio para los hombres y para el crecimiento de la vegetación.

Fue en este nuevo entorno en el que ciertos grupos de cazadores-recolectores se asentaron. Primero, empezaron a domesticar la naturaleza cultivando plantas que ya utilizaban en estado silvestre para alimentarse y a criar ciertos animales que ya cazaban hasta ese entonces.

Los primeros vestigios de agricultores aparecen hace aproximadamente 9 500 años antes de nuestra era en Oriente Próximo, entre el desierto de Neguev y el río Éufrates, y luego en todo el Creciente Fértil y en Anatolia. Las primeras plantas que cultivaron fueron diversos cereales: trigo, cebada, centeno. También legumbres secas como lentejas, guisantes y habas. Al mismo tiempo, estos primeros agricultores lograron domesticar varios tipos de animales como las cabras, ovejas, cerdos y bovinos.

La agricultura también aparece hace alrededor 8 000 años antes de nuestra era en los valles de los grandes ríos de China como el río Yangtsé o el río Amarillo, sin que haya ninguna relación con Oriente Próximo. En el sur del país se cultivó el arroz salvaje y en el norte, el mijo. Se criaban, principalmente, cerdos, búfalos, patos y pollos.

Un poco más tarde, aparecen otros focos de domesticación, cada vez de manera independiente.

Hacia el año 7 000 antes de nuestra era, en Nueva Guinea, se domesticaron la banana, el ñame, el cerdo y el pollo.

Hacia el 6 000 antes de nuestra era, en Méjico, se domesticaron el maíz, la calabaza, el pato y el pavo. En esta misma época, en los Andes, las judías, las patatas, la llama y el pato.

Hacia el 4 000 antes de nuestra era, en África, se domesticaron los bovinos y luego aparecieron los cultivos de mijo y de sorgo.

El invento de la agricultura no se resume a una innovación técnica, sino que también implica la sedentarización de los hombres, que hasta entonces eran principalmente nómadas y que provocó una fuerte aceleración del crecimiento demográfico. Estos profundos cambios se denominan «revolución neolítica».

A partir de los primeros focos de domesticación, esta revolución neolítica se propagó por un espacio más amplio, ya fuera mediante la «aculturación» de las poblaciones de cazadores-recolectores que adoptaron las técnicas y el modo de vivir de los agricultores, ya fuera por los movimientos migratorios de estos últimos que aumentaron rápidamente.