La colonización del continente americano

Se ha constatado la presencia de Homo sapiens en Siberia oriental hace por lo menos 35 000 años. En esta época, debido al bajo nivel del mar, el continente euroasiático estaba conectado al continente americano por una franja de tierra llamada Beringia.

Estas poblaciones de cazadores-recolectores cruzaron Beringia siguiendo manadas de grandes herbívoros como los caribús y los mamuts. Se han encontrado rastros de su presencia de hace 25 000 años en algunas grutas en el extremo nororiental del actual Canadá, cerca del río Bluefish.

Cuando comenzó el periodo del calentamiento climático y el repliegue del casquete glaciar norteamericano, el Homo sapiens se dirigió hacia el Sur. Se han encontrado huellas de pie humano que datan de 13 000 años antes de nuestra era en la isla de Calvert, en Columbia Británica, que sugieren que dicha progresión se hizo en varias olas, ya sea por un corredor central libre de hielo, ya sea siguiendo la costa del Pacífico.

Durante mucho tiempo se ha considerado el yacimiento de Clovis, descubierto en Nuevo Méjico en los años 1920, como el testimonio de la colonización del Homo sapiens más antiguo de América. Este yacimiento ha dado su nombre a la producción de puntas finas de piedra tallada mediante percusión en amabas caras llamada cultura Clovis. Hoy, algunos hallazgos más recientes en yacimientos arqueológicos en el continente norteamericano cuestionan la anterioridad de dicha colonización.

El Homo sapiens continuó su migración hacia América Central y América del Sur hasta llegar a Tierra de Fuego, en el extremo austral del continente. Varios yacimientos arqueológicos como Taima-Taima en Venezuela, Huaca Prieta en Perú y Monte Verde en Chile son el testimonio de este desplazamiento.

Cabe señalar la controversia que existe entre los arqueólogos sobre las dataciones de algunos yacimientos prehistóricos en el continente americano y las técnicas de datación utilizadas o la naturaleza de los vestigios datados. Existe controversia, por ejemplo, con la datación del yacimiento de Pedra Furada, en el actual Brasil, que puede tener 30 000 o 40 000 años según ciertos peritajes. Estas fechas implicarían que la vía terrestre mediante Beringia no fue la única vía de acceso al continente americano y que, al principio, el Homo sapiens pudo migrar por cabotaje bordeando las costas del Pacífico.

Desde esa época, el nivel del mar subió unos cien metros y cubrió los yacimientos que pudo haber frecuentado el Homo sapiens durante su viaje, por lo que las pruebas materiales a disposición de los arqueólogos desaparecieron.