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Un ejemplo de un mapa animado

Los agricultores llegaron a Europa


La propagación de la revolución neolítica en Europa comenzó con la migración hacia el Oeste de los agricultores de Oriente Próximo.

Se conoce la cronología de este movimiento migratorio gracias a una gran cantidad de yacimientos arqueológicos que se han estudiado en toda Europa.

Esta migración se explica por la baja densidad de población en las regiones habitadas por cazadores-recolectores y el fuerte crecimiento demográfico de las poblaciones que dominaban la agricultura.

Al crecer una población, una parte de sus habitantes se desplaza para desbrozar nuevas tierras y lleva consigo, semillas y animales. Este proceso que se repitió generación tras generación explica el avance de los agricultores.

Estos últimos partieron de Anatolia y llegaron a los Balcanes hacia mediados del séptimo milenio antes de nuestra era.

Durante muchos siglos, el Danubio supuso una frontera al norte. Más al sur, una parte de los agricultores siguió avanzando a lo largo de las costas del Mediterráneo y se instaló en una zona climática que les resultaba familiar. Estos viajes se hicieron por tierra o por cabotaje.

Los agricultores llegaron a la Provenza a partir de 5 800 años antes de nuestra era y, al sur de la península ibérica, aproximadamente 3 siglos más tarde.

Esta dispersión continuó hacia el norte, siguiendo la costa atlántica del actual Portugal o los valles de grandes ríos como el Ródano o la Garona.

Los estudios arqueológicos demuestran que estas poblaciones dominaban las técnicas de navegación en alta mar y que llegaron a las grandes islas mediterráneas de Creta, Sicilia, Malta, Cerdeña y Córcega en esa época.

Al norte, luego de un periodo de adaptación al clima más frío que el de Oriente Próximo, los agricultores siguieron avanzando desde la cuenca del Danubio. Este movimiento migratorio se observó en gran parte de Europa, desde el valle de Dniéper al Este, hasta las orillas del Atlántico al Oeste, adonde llegaron a mediados del quinto milenio antes de nuestra era.

La migración de poblaciones provenientes de Oriente Próximo hasta las costas atlánticas se extendió durante aproximadamente 2000 años. Durante este periodo, los cazadores-recolectores que vivían en Europa desaparecieron progresivamente.

El patrimonio genético de los europeos actuales contiene una parte del patrimonio genético de las poblaciones provenientes de Oriente Próximo y otra de los cazadores-recolectores indígenas. Por lo tanto, hubo uniones entre estas dos poblaciones y, por lo menos para una parte de ellas, la desaparición de los cazadores-recolectores se debió a la asimilación.