Este video es parte de una serie de 20 mapas animados.

Consultar serie: La Primera Guerra mundial, 1914-1918

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Un ejemplo de un mapa animado

Batalla de Verdún


A lo largo del año 1915, en el frente del oeste, Alemania ha mantenido una estrategia esencialmente defensiva. A comienzos de 1916, el general Von Falkenhayn busca una victoria sobre el ejército francés y opta por atacar en Verdún, plaza fuerte cercana a la frontera alemana y vulnerable, dada su posición en un saliente del frente.

La ofensiva es lanzada el 21 de febrero con nutridos tiros de artillería cuyo objetivo es aniquilar cualquier intento de resistencia. Durante los primeros días la infantería alemana progresa sensiblemente: el 25 toma el fuerte de Douaumont, pero el avance se detiene gracias a la efectividad de la artillería francesa desde la orilla izquierda del río Mosa.

El general  Pétain, quien tiene a cargo la defensa de la ciudad, organiza el abastecimiento del frente y la rotación de efectivos desde Bar le Duc, única vía transitable para acceder a Verdún.

A principios de marzo, los alemanes amplían su ofensiva sobre la ribera izquierda del río Mosa, y se dan combates encarnizados por el control de la colina Mort-Homme, y más tarde de la Cota 304 más al oeste.

A finales de abril, el general Nivelle sustituye al general Pétain.

En junio, los alemanes intensifican de nuevo la ofensiva en la ribera derecha, se apoderan del fuerte de Vaux e intentan abrirse camino hacia Fleury. A principios de julio su intento fracasa y no alcanzan a tomar la cumbre de Belleville que domina Verdún.

Entretanto, el 1 de julio, los aliados han lanzado una ofensiva sobre el frente del río Somme. El ejército alemán debe reubicar una parte de sus efectivos y a partir de este momento se encuentra a la defensiva.

El verano se singulariza por combates indecisos.

A finales de octubre y comienzos de noviembre, el ejército francés retoma posesión de los fuertes de Douaumont y de Vaux.  Luego, durante una última ofensiva en el mes de diciembre, recupera una parte del terreno perdido al comienzo de la batalla.

La ofensiva alemana es un fracaso. Las ganancias territoriales son casi inexistentes y las pérdidas considerables: más  de 300.000 muertos, debilitando de manera casi equivalente a los dos beligerantes.

En Verdún, la guerra toma un cariz industrial, y el enfrentamiento se erige en símbolo del heroísmo de los combatientes, agazapados en trincheras, sumidos en la frío y el lodo bajo un diluvio de artillería.