Este video es parte de una serie de 4 mapas animados.

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Un ejemplo de un mapa animado

Los viajes de Pablo


Pablo, que se proclamó decimotercer apóstol, fue la persona que más hizo para abrir la Iglesia cristiana naciente a los “gentiles”, es decir, a los no judíos.

Sus viajes nos permiten ver la expansión que tuvo el judeocristianismo fuera de Palestina hacia mediados del primer siglo. Estos viajes están reseñados en los Actos de los apóstoles, aunque siguen existiendo algunas incertidumbres al respecto.

Entre los años 45 y 49, Pablo realizó su primer viaje junto con otros evangelizadores llamados Bernabé y Juan Marcos.

Pablo, Bernabé y Juan Marcos partieron de Antioquía, se cree que estuvieron un tiempo en Chipre y luego llegaron a Asia Menor. Las principales etapas fueron Perga, Antioquía de Psidia y Derbe. En el viaje de regreso retomaron el mismo itinerario hasta Perga y, luego, por mar, se dirigieron directamente hasta Antioquía.

En el segundo viaje, que tuvo lugar probablemente entre los años 50 y 52, Pablo fue acompañado por Silas, un miembro de la comunidad cristiana de Jerusalén. Pablo partió de Antioquía, cruzó Asia Menor por Tarso, Listra y Antioquía de Psidia, y llegó al puerto de Tróade. Luego embarcó hacia Macedonia, llegó a Grecia y se quedó cierto tiempo en Atenas y Corintia. La siguiente etapa fue Éfeso, desde donde Pablo zarpó por mar para volver a Antioquía, pasando por Cesárea.

Durante el tercer viaje, entre los años 53 y 58, Pablo recorrió nuevamente Asia Menor. Se cree que se estableció durante tres años en Éfeso y volvió a visitar las comunidades que había conocido en su viaje anterior en Macedonia y en Grecia. Durante el viaje de regreso, Pablo hizo una etapa en Mileto y en Rodas, pasó por Tiro y fue a Cesárea y Jerusalén.

Fue arrestado en esta ciudad a petición de las autoridades judías, entre los años 58 y 60. Luego, Pablo fue llevado a Roma, donde ya existía una gran comunidad judeocristiana. La fecha y circunstancias de su muerte son inciertas: en el año 64, después del incendio de Roma, en el que el emperador Nerón acusó a los cristianos de responsables; o unos años más tarde, en el 67.